lunes, 29 de junio de 2009

Es curioso...

Es curioso, digo yo, esto de tener un blog. Vamos a ver, esto surgió (lo de los blogs, lo mío es onanismo mental), como una especie de diario donde la gente podía poner sus pensamientos y demostrarle al mundo lo simpático y agradable que era, o el alma torturada que deseaba ser. Un poco como lo de escribir cartas al director de un periódico, pero con una ansia más romántica, o algo.

Pero de esta idea romántica y algo ñoña del principio, hemos derivado en toda una blogosfera llena de auténticos profesionales de la escritura de blogs. En el caso de los cómics, tenemos legiones de gente que se lanza con un ímpetu creador inigualable a comentar sus novedades favoritas o criticar a los dueños de editoriales, sin olvidarnos de los comentaristas profesionales de los foros, que esos son otros...

El hecho de tener un blog está derivando a una profesionalización y a una especialización increíble, para gente amateur sin experiencia o que al menos no cobran.

Y yo me pregunto qué es lo que tira a esa gente a compartir sus opiniones, a poner tantos esfuerzos en esa creación sin mayor recompensa que ver el contador de visitas aumentando o los comentarios de los visitantes. Es verdad la creencia de que alguien pasará por el blog, se parará a mirarlo, verá el valor artístico intrínseco de cada post y decidirá contratar al autor pagándole un pastizal para que siga comentando todo lo que se le pase por la cabeza en una columna semanal en un diario de opinión? Se puede vivir de hacer una columna semanal o dos? Con tres columnas semanales no se cansará la gente de ti? Va la gente a pagar por leerte cuando puede hacerlo gratis? Tanto tiempo libre tiene la gente?

Yo, personalmente, lo hago porque me gusta hablar sin ser interrumpido.

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