De fiestas y poemas...

Si tú, avezado lector, eres gallego, sabrás de la importancia de las fiestas populares en nuestra cultura. Desde las gastronómicas (donde todo el mundo va a ponerse tibio de comer el plato del día) a las populares en honor del santo patrón de la localidad en sí (donde todo el mundo va a ponerse tibio de vino, cerveza y churrasco). Si usted, avezado lector, no es gallego, fíese de mi palabra, o acaso voy yo a meterme con las fiestas patronales de los murcianos!

El caso es que en la dicotomía galaica del campo-ciudad, en el fondo todos los que somos de ciudad (que tampoco suele ser para tanto la ciudad, porque el ADSL llegó hace dos días casi...) tenemos un pueblo o aldea en donde tenemos familia y solemos ir en fines de semana, vacaciones y fiestas de guardar.

En mi caso se trata de O Castro.

Se trata de poco más de una carretera con casas a los lados que está cerca de Sada, y por ende de A Coruña (Sí A Coruña, sin l), donde había la típica tienda-taberna que ahora es una cava de puros.

Pero tiene algo más.

Casualmente tiene una gran explanada con una piscina al fondo y por medio una gran fábrica de cerámica.

Si ha estado usted atando cabos, sabrá que hablo de la fábrica de cerámica de O Castro, que fue donde Isaac Díaz Pardo comenzó su ascenso hasta montar el emporio de Cerámicas de Sargadelos (de la caída hablaremos otro día). Cerámicas conocidas en el mundo entero gracias al program Televisivo Desde Galicia Para El Mundo. Yo tengo casita por allí y por allí se celebran las fiestas, como se demuestra en este gráfico explicativo sacado del google maps:


El caso es que antes he mencionado la proximidad con el concello de Sada. Y eso no es cuestión baladí (me encanta usar esa palabra, llevaba AÑOS deseando usarla para algo que no fuese baladí). Porque es nuestra relación para con nuestros vecinos lo que nos define.

Verán, durante muchos años, pero muchos muchos, gobernó allí un gran hombre (bueno, algo bajito, pero los líderes políticos gallegos siempre son bajitos y redonditos). En nuestro caso se trata de Ramón Rodriguez Ares, prohombre de grandes sloganes.


Sí, efectivamente, Sigue a Moncho fue uno de sus slóganes más recordados, pero siempre nos deleitó con perlas como Vota a Moncho, tú ya sabes... el gran Vota Moncho, ten sentidiño e incluso el inmejorable Moncho es mucho. El caso es que la multitud de desvaríos y barbaridades con los que nos deleitó durante sus casi 28 años de mandato en el consistorio de Sada (hubo unos meses en los que no gobernó, pero nuestra propia versión del Tamayazo lo devolvieron al trono) fueron tantas y tan intensas que a Sada ya la conocieron como la Marbella del norte.

Desnortados? Tranquilos, esta introducción no es baladí (otra vez!), es importante para ponerles en situación.

Lo que pasa es que este verano se volvieron a hacer las fiestas de O Castro en la explanada de la fábrica, como era habitual hace años, cuando yo tenía pelo. Además de que volvían a hacer el globo de papel (como el de Betanzos, sí, no sé cual empezó antes, pero viva la originalidad en todo caso). Y un servidor de ustedes se dirigió hacia el campo de la fiesta con ánsia de recordar la infancia.

Pero cual fué mi sorpresa cuando veo que en el programa de las fiestas, junto con los saludos del actual alcalde de Sada, del concejal de turismo, del párroco y de la comisión de fiestas, por este orden, aparece el saludo de un vecino. De qué vecino? Nada más y nada menos que de nuestro querido ex-alcalde!

No es que me sorprenda, me parece normal, tantos años que uno ya le echa en falta. Lo que me sorprendió fue el modo en que nuestro querido ex-alcalde decidió dirigirse a sus ex-súbditos.

La poesía.

Sí, la poesía.

Nos dedicó un poema a todos los vecinos de O Castro.

Y válgame dios que no me resisto a reproducíroslo íntegro.

Con todos ustedes, la poesía de Ramón Rodríguez Ares!

A MIS QUERIDOS VECINOS DEL CASTRO

Hombres y mujeres
de la Comisión,
muy agradecidos
por la decisión.

Por todo lo alto
echasteis el resto
para que la fiesta
sea un manifiesto.

Vecinos del Castro
que suerte tenéis,
hay "fiesta rachada"
que celebrareis.

Ya en la antigüedad
los celtas jugaban
y desde los Castros
las bolas lanzaban.

A Meda do Castro
gaiteiros de fama
ya muy tempranito
tocarán diana.

Los niños tendrán
su entretenimiento
con globos y cine
¡que divertimento!

Habrá mejillones,
también empanada,
con vino a barullo
sin falta de nada.

También la verbena
se celebrará
y Chelo la artista
nos deleitará.

San Antonio es
el Santo Patrón
igual que San Roque,
mola un mogollón.

La misa solemne
se hará por los santos
para que nos libren
de los sobresaltos.

También habrá fútbol
de competición,
entre las mujeres
menuda emoción.

Será divertido
Palabra de honor,
jugarán las chicas
sin sujetador.

Buenas delanteras
habrá que tener
para el balón
poder detener.

Y después de esto
viene la "Queimada"
que cura la gripe
y no pasa nada.

Ya famosa es
en el mundo entero
lo dijo Fidel
y hasta Zapatero.

También como no
habrá churrascada,
que con vino y pan
es una pasada.

Y termino ya
la composición
que al Castro dedico
y a la Comisión.

¡¡Felices Fiestas!!
Ramón Rodríguez Ares
Vecino de Samoedo.

Juro por todo lo que es más sagrado, que no he cambiado ni una sola coma ni ningún acento. Esto es el texto tal cual, con el que nos ha felicitado las fiestas.

Pero analicemos el poema con un poco de detalle, centrándonos en las partes más interesantes, porque estilísticamente es mejor que lo analicen gentes de mayor inteligencia que la mía, porque las sutilidades de la versificación seguro que se me escapan.

Empecemos por el título A mis queridos vecinos del Castro. Aquí, Moncho se nos revela como el demiurgo que una vez fue, ahora que vuelve a ser un mortal, se muestra comprensivo y cariñoso con los que una vez fueron sus súbditos, porque nos trata como queridos vecinos, de igual a igual. Él se sabe desposeído de todo su poder, pero sabe igualmente que no lo podemos ver como a un semejante, pero él en su magnaminidad, se acerca a nosotros y nos susurra: "Tranquilos, soy como vosotros, no os preocupéis" con lo cual a partir de ahora su mensaje entra mucho más fácil y suave. Hablando en plata, el título es la vaselina del poema.

Primera estrofa:
Hombres y mujeres / de la Comisión, / muy agradecidos / por la decisión.
Aquí vemos que la idea del título se repite, está mostrando acercamiento con el pueblo llano, agrandeciéndonos que hayamos contado con él.

Cuarta estrofa:
Ya en la antigüedad / los celtas jugaban / y desde los Castros / las bolas lanzaban.
Aquí nos encontramos al Moncho historiador. Nos hace un paralelismo entre las carrilanas que cerraban las fiestas, con las raíces celtas tan típicas de Galicia, que además dan nombre a nuestro pueblo. Además, junto con el castro que se encontró por la zona, creo que actualmente también han desenterrado un cartel electoral de la época en el que decía: No seas Autralopithecus, Vota Moncho.

Quinta estrofa:
A Meda do Castro / gaiteiros de fama / ya muy tempranito / tocarán diana.
Aquí habla del orgullo musical de O Castro, la Agrupación Musical A Meda.


Éstos son. Famosos en el mundo entero. No era por hacer un chiste, era para explicar que en la grandeza de Moncho, se dedica a repasar el programa de las fiestas. Demostrando que la información no tiene por qué ser contraria al arte.

Sexta estrofa:
Los niños tendrán / su entretenimiento / con globos y cine / ¡que divertimento!
Sigue fusionando información y arte, ahora con el programa dedicado a los más pequeños de la casa, claro. Hace referencia a que se puso una película al aire libre y luego tuvieron (cito textualmente) hinchables, taller de globoflexia, animación y juegos populares. Veamos la capacidad de síntesis de nuestro rapsoda metiendo la globoflexia y los hinchables como todo en uno. Creo que podemos decir sin temor a equivocarnos que Moncho puede llegar a convertirse en el Fontanarrosa gallego.

Octava estrofa:
También la verbena / se celebrará / y Chelo la artista / nos deleitará.
En esta estrofa, Moncho nos sigue ilustrando con su versificación del programa de estas fiestas populares. Pero además homenajea a la artista local Chelo. Porqué va a anunciar a las orquestas que van a venir? Ellas ya cobran su pasta y tienen fechas a dolor! Ya de hablar de las actuaciones musicales que habrá, qué mejor que publicitar a nuestra insigne artista. Moncho sigue sorprendiéndonos con su benevolencia.

Novena estrofa:
San Antonio es / el Santo Patrón / igual que San Roque, / mola un mogollón.
Interludio lúdico en el que nos presenta al patrón de las fiestas, San Antonio, al tiempo que lo relaciona con San Roque, patrón de Sada, hermanando así de nuevo a las dos villas y eso, cómo no, mola un mogollón.

Décima estrofa:
La misa solemne / se hará por los santos / para que nos libren / de los sobresaltos.
Moncho continúa con su afán didáctico recordándonos la utilidad de los actos litúrgicos. Interesante el paralelismo entre "santos" y "sobresaltos" arriesgando la rima. Esto puede parecer que algo forzado para el ojo no entrenado, pero en realidad está usando métodos psicológicos para que nos fijemos más en la estrofa y así nos demos real cuenta de la importancia de los santos en nuestra vida.

Duodécima estrofa:
Será divertido / Palabra de honor, / jugarán las chicas / sin sujetador.
Aquí se nos pone picantito! Moncho sabedor de que además de informar y deleitar hay que acercarse al pueblo llano, juguetea con las palabras al más puro estilo de las películas de Pajares y Esteso, sólo que además, en un retruécano verdaderamente novedoso, forma una serialización estrofística raras veces vista enlazándono con la...

Decimotercera estrofa:
Buenas delanteras / habrá que tener / para el balón / poder detener.
El tono picantito alcanza aquí su grado máximo. Venimos del homenaje al destape de la estrofa anterior, en la que las chicas jugaban sin sujetador y ahora sabemos el por qué. No se trataba de una maniobra distractora (o sí, quién sabe), si no que es una estrategia bien pensada para que al parar el balón con el pecho y que éste no rebote, siendo amortiguado por los pechos de las vecinas jugadoras. Nótese el hábil uso del doble sentido, con lo que nos nos deja del todo claro si las delanteras son las jugadoras que estén en la vanguardia del ataque de su equipo, o si por el contrario son los senos de dichas jugadoras. Yo personalmente opino lo primero, como ya se ha visto, porque en el fondo así Moncho les está dando consejos a esas jugadoras para sacar partido en el partido (valga la redundancia).

Decimocuarta estrofa:
Y después de esto / viene la "Queimada" / que cura la gripe / y no pasa nada.
Sabedor de que el arte, sin un componente de contemporización no sirve de nada, Moncho entronca las fiestas populares con el temor de la gente a la fatídica gripe A, tranquilizándolos con una hábil parábola sobre la queimada. Todos sabemos que la queimada no es el medicamento recomendado por la OMS, pero a donde quiere llegar nuestro rapsoda es a decirnos que disfrutemos de la fiesta y no nos preocupemos por nada, que la fiesta para eso está.

Decimoquinta estrofa:
Ya famosa es / en el mundo entero / lo dijo Fidel / y hasta Zapatero.
Aquí Moncho nos muestra su corazoncito, en donde a pesar de estar retirado de la política activa, él, que fue senador y alcalde, echa de menos estar al frente del consistorio de la perla de las Mariñas, y es por ello que aquí nos cuela parte de su discurso político comparando a un tirano dictador con Zapatero, el asesino de niños no natos. Aunque en estas épocas de fiestas, los perdona a ambos y bien gustoso les invitaría a una queimada de las fiestas castreñas.

Decimosexta estrofa:
También como no / habrá churrascada, / que con vino y pan / es una pasada.
Moncho sigue glosándonos las excelencias de estas festividades, ahora por la parte culinaria del festejo, y prestemos atención al uso nada baladí (y otra! Estoy en racha) del vulgarismo "pasada", donde, al tiempo que se acerca al público más joven, juega con la nomenclatura de su villa, Sada, recordándonos el hermanamiento existente.

Decimooctava estrofa y última:
Y termino ya / la composición / que al Castro dedico / y a la Comisión.
Y para acabar, es de bien nacidos ser agradecidos. Por ello vuelve a recordar que él no estaría escribiendo eso sin que la comisión lo invitase a ello, por lo tanto vuelve a acercarse a la tierra para mostrarse como uno más. Y no se pierdan el detalle de que no dice que esto es un poema, si no una composición. Esto es porque en su modestia, no considera digno de tal sustantivo esta humilde composición. Otra gran muestra de su valor humano.

Hasta aquí el análisis. Espero que les haya gustado y espero también, que ustedes, al igual que yo, se hayan deleitado con este poema. Pocas veces un dirigente de la clase política nos ofrece una obra maestra de la literatura y sólo podemos congratularnos de que este prohombre no siga siendo alcalde y así disponga de más tiempo para ofrecernos más composiciones como ésta y, quién sabe, quizás algún día nos ofrezca todo un poemario.

Gracias por su atención y conduzcan con cuidado.














BALADÍ!